jueves, septiembre 11, 2008

Punto de vista

Mientras vemos como todos los grandes del fútbol mundial ganan; Inglaterra, Francia, Italia, España; y de nuestro continente las palizas de Chile ante Colombia (qué sólo se agranda y juega bien ante nosotros), y la alegría de los paraguayos al estar primeros en la tabla y con cinco puntos de diferencia sobre los escoltas, nos preguntamos “¿y nosotros?”. ¿Qué nos pasa que no ganamos? ¿Qué les pasa a los grandes de Sudamérica que ya no son los mismos conjuntos sólidos e imbatibles como hace tiempo atrás? Los que salían campeones en los mundiales, los que generaban miedo a los demás rivales, los más respetados de esta parte del planeta. ¿Dónde están?
El camino al mundial está cada vez más equilibrado: a excepción del puntero, está todo muy trabado en la tabla, cuando en las eliminatorias pasadas, a estas alturas, la cosa era muy distinta.

Nuestra selección volvió a decepcionar. No levanta cabeza y gracias a que la eliminatoria es bastante mediocre, solamente hemos bajados dos posiciones desde la última vez que ganamos en esta competición. ¿Necesitamos un nueve, un goleador? “Crespo no está porque en el Inter no juega” dijo Basile. Sin embargo, Riquelme tampoco jugaba en Villarreal hace un año atrás y el técnico lo convocó. Y le salió bien. Colaboró con el equipo y convirtió tres goles en dos partidos.
Otra cosa: en lugar de tratar de tener la pelota cuando el equipo logra convertir y estar arriba en el marcador, ¿por qué no se la juega y sigue atacando? ¿NO SE DÁ CUENTA QUE ESTÁ DIRIGIENDO A ARGENTINA? ¿A un equipo bicampeón mundial y que todo es ganar, ganar y ganar? Contra Colombia hizo las mismas modificaciones en el momento que se consiguió el gol y terminamos perdiendo. Contra Paraguay después del gol gritaba “¡Ténganla! ¡Ténganla! Y ahora, nuevamente contra los peruanos parando el cambio de Di María por Riquelme. Y así nos fue.

Hoy la sensación de los argentinos es de un sabor amargo. Seguramente la del técnico también. Pero en vez de agarrarse las manos, poner cara de bronca y preocuparse por el empate en el último minuto (que desde ya todos sabemos que Perú no mereció irse perdiendo), DEBERÍA preocuparse por el rendimiento del equipo, por sacarlo de esta situación en la que está.

ESTÁS DIRIGIENDO A ARGENTINA, BASILE. DATE CUENTA DE ESO.

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