Fue un arranque tranquilo, no demoledor como hace 4 años en Atenas, con un contundente 6-0 a Serbia y Montenegro. Esta vez el debut en los Juegos Olímpicos, frente al mismo rival que en el debut en Alemania 06, fue más mesurado, con Argentina por momentos superada. Como quien dice, y aunque suene a ponerse el cassette, quizas fueron los nervios del debut.
Los tres puntos se consiguieron, algo lógico (sin desmerecer al seleccionado Marfilense) teniendo en cuenta la calidad de jugadores con la que cuenta nuestro seleccionado. Pero también es cierto que hoy en día con los nombres no se ganan partidos. Hay que poner garra, pasión, amor por la camiseta. Sobre todo cuando miles de argentinos esperamos que la selección defienda la medalla dorada conseguida en Atenas, cuatro años atras.
Por eso se deben disputar estos juegos con todo eso. Para no perder el reinado del único trofeo conseguido hasta el momento, en quince años. Jugando con garra, amor, pasión y sudor, será muy dificil que el oro olímpico cambie de dueño.
Porque si Argentina no es el equipo con mayores figuras, pega en el palo. Pero no hay que olvidrse que este año Boca, con Riquelme, no pudo ganar de los dos trofeos disputados hasta el momento. Barcelona tampoco consiguió nada de la mano de Messi, Atletico de Madrid no gritó campeón con Aguero, etc.
Por eso hay que acordarse que no se gana solo con los nombres. Hay que jugar con todo eso encima para que en el segundo partido con Australia (mañana a las 05:45) el nivel de juego aumente y se pueda llegar a la final para que nos den una alegría reteniendo el título, el único título conseguido en muchos años.
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