lunes, mayo 24, 2010

La selección goleó a Canadá

Las despedidas suelen ser emotivas. Pero hay despedidas y despedidas. La de esta tarde, con la Selección de Maradona como protagonista, empezaba cargada de optimismo, alegría y todos los augurios para que los 23 protagonistas viajaran a Sudáfrica con los objetivos claros y la energía de todo un país que sueña con la Copa. El último paso antes del Mundial, Argentina lo daba en el Monumental ante Canadá.

Sin Messi entre los titulares, con Tevez y sin Verón. Con Burdisso y Otamendi de centrales por Samuel y Demichelis, recién llegados de Europa, tras la final de la Champions. Con Diego Milito mirando desde el banco y Javier Pastore entre los once. Con Jonás de lateral derecho y Maxi Rodríguez en el mediocampo. Pero especialmente con un rival de poca jerarquía, bueno para probar variantes, pero malo para comparar con los futuros rivales del Mundial.

Pasaron los papelitos, la ovación y los aplausos. Sonó el himno en la armónica del ex piojoso Andrés Ciro Martínez, tras las estrofas canadienses. Y empezó un partido que se tornó sencillo para Argentina en el comienzo. Porque Tevez comenzó a mostrarse para hacer dudar a Diego y ganarse un lugar en el equipo. Y porque Pastore irrumpió por derecha y luego por izquierda para desequilibrar a una defensa frágil y romper con el esquema con el que soñó Diego, sin enganche definido.

Justamente por la habilidad de uno de los más aplicados alumnos de Cappa nació el tempranero gol argentino. El ex Huracán rompió el molde por izquierda, pasó entre dos en una baldosa y recibió una falta, mitad adentro, mitad afuera del área, que el árbitro cobró como un tiro libre directo desde ese sector. Una infracción que se transformó en un remate inatajable, como el de un penal, que salió con fuerza desde los pies de Maxi Rodríguez. La fiesta empezaba a tomar color.

Tevez seguía encendido y el rival habilitaba a Mascherano, Heinze, Di María y Maxi para que se cargaran de confianza antes del compromiso más importante de los últimos cuatro años y quizás de la carrera de muchos de estos futbolistas. Canadá era una sombra, comparable a lo que fue Haití para el seleccionado local o Serbia y Montenegro para Argentina en el último Mundial.

Llegó el segundo, otra vez por los pies de Maxi Rodríguez. Pero llegó porque Higuaín se la jugó para darle la pelota a un Tevez rápido para aprovechar la situación y dejar al volante del Liverpool con el arquero como único obstáculo para el gol. Limpia definición y otra vez festejo en el Monumental. Y después llegó el tercero, por la fuerte presión de Tevez y la estupenda definición, con tres dedos, de Di María.

Un golpe a Maxi Rodríguez en el final del primer tiempo preocupó a Diego y por eso decidió sacarlo para que en el complemento Juan Sebastián Verón ocupara su posición, un poco más en el centro, pero sin perder la derecha.

Argentina decidió no aflojar en el comienzo del segundo tiempo. Y Canadá no cambió demasiado como para que la Selección dejara de buscar el arco de enfrente. Pero se tornó una cuestión personal, con Higuaín y Tevez buscando sus goles y Maradona probando más variantes entre los once.

Antes de los 15, Diego mandó a la cancha a Bolatti por Mascherano y corrió a Verón aún un poco más al centro y puso a Clemente en lugar de Heinze. Mientras, Higuaín se perdía goles mano a mano con el arquero. Hasta que decidió no buscar más su grito y en uno de las tantas veces que se enfrentó con el arco, le sirvió a Tevez lo que le faltaba en una tarde casi redonda, su gol.

Y rápidamente Maradona sacó al Pipita por Palermo, pedido por la gente y más tarde a Tevez, reemplazado por Agüero. Y fue el Kun el que no tardó en decorar el resultado con otro gol. Definición desde la izquierda, entrando al área, y 5-0. Luego llegó la hora de Garcé en lugar de Pastore, que corrió a Jonás a la mitad de la cancha.

La Selección, en su despedida de la gente, mostró la mejor cara ante un rival que no es medida. Pero el objetivo lo cumplió. Ilusionó a un público que dentro de poco más de dos semanas estará más atento al Mundial de fútbol que muchísimas otras cuestiones de la vida cotidiana. Pero el optimismo debe ser medido. La goleada no fue ante Grecia, Nigeria o Corea del Sur. El vapuleado fue Canadá, que ni cerca estuvo de clasificarse a Sudáfrica y que en las Eliminatorias sólo venció al seleccionado de San Vicente y Granadinas. Igual sirve. Suerte Argentina.

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