sábado, junio 21, 2008

A 30 años del 6-0 a Perú

Los argentinos somos derechos y humanos, sonó y perduró durante la realización de la XI Copa del Mundo Argentina 1978. Desde la raíz la historia no había crecido floreciente, fuerte, pujante y… en paz. Por entonces, la Argentina contaba con una población cercana a los 25 millones de habitantes. Y la Junta Militar, el Gobierno de Facto y la Dictadura comandaban los destinos del país.

Como siempre suele ocurrir, el fútbol y la política una vez más estuvieron unidos. Tamaño cóctel de poder. Fulminante hasta ser capaz de rodar una escena llena de ficción y tapar por algunas horas una realidad social cruel, trágica y negra.

Durante la disputa del Mundial murieron o desaparecieron 22.000 personas, según informó la inteligencia militar argentina a mediados de julio de 1978. Las cifras bien podrían haber sido mayores si tenemos en cuenta que el registro de desaparecidos se inició en 1975. Documentos confiscados encontrados por las Cortes Federales Argentinas en noviembre dejaron entrever que las violaciones a los derechos humanos pudieron ser más.

En ese contexto, el Presidente Rafael Videla encomendó al Vicealmirante Carlos Lacoste (también era vicepresidente de la FIFA) la organización del Mundial. Así se convirtió en el vicepresidente del Ente Autárquico Mundial ’78 (EAM78).

Mientras los cadáveres volaban desde un avión al océano, en la tristemente inmortalizada Operación Cóndor, creada en noviembre de 1975 por las fuerzas de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Bolivia y Paraguay, la Argentina avanzaba hacia la final del Mundial…

*El sospechoso 6-0 a Perú

Rosario, estadio Gigante de Arroyito, 21 de junio. La Argentina debía golear por más de cuatro goles a Perú para clasificar a la final. Del otro lado, Brasil, que ya había derrotado a Polonia (3-1), en Mendoza, esperaba ansioso.

Y aquí el otro escándalo, el que perdurará por siempre en el ambiente, en el aire. Hasta los últimos días. Pero que hasta hoy no se pudo comprobar de manera fehaciente nada. Sólo existen muchos interrogantes y voces que, a lo largo del tiempo, fueron alimentando y desmintiendo un posible arreglo y soborno de la Junta Militar para con la Federación Peruana de Fútbol (FPF).

Lo que primero hay que destacar, como lo describe el periodista deportivo Alejandro Fabbri en su libro Historias negras del fútbol argentino, los partidos arreglados datan desde hace mucho tiempo, desde la época amateur.

Pero no es patrimonio exclusivo del fútbol argentino. Free the Manchester United One trata sobre un caso comprobado de arreglo en un clásico ante Liverpool del año 1915. El libro es de 2003 y su autor, Graham Sharpe, intenta demostrar que la corrupción en el fútbol nació mucho antes de que aparecieran las casas de apuestas.

Una de las revelaciones más conmovedoras y sorprendentes de los últimos años en relación al cuestionado 6-0 a Perú, salió de la boca de Fernando Rodríguez Mondragón, un ex narco arrepentido del grupo guerrillero el Cartel de Cali –hoy desmembrado-, de Colombia.

“El Cartel no puso dinero. El dinero fue todo argentino. Mi tío –era Miguel Rodríguez Orejuela, uno de los líderes del grupo guerrillero; su padre era Gilberto Rodríguez, el capo (hoy ambos están presos en Estados Unidos)- quien conocía al presidente de la FPF- sólo hizo de nexo”, contó en una entrevista en diciembre de 2007 y luego en el libro El Hijo del Ajedrecista 2.

"Tengo los montos totales de lo que se le dio a cada jugador”, explicó. Y agregó: "En esa reunión también se resolvió lo de la donación de trigo del gobierno argentino al peruano, que estaba solicitada desde tiempo antes, pero que finalmente se decidió dar gratis. La FPF, que también recibió dinero, decidió ordenarles a cuatro jugadores claves, que eran la estructura del equipo, de experiencia y liderazgo” que entregaran el partido “aunque después todos los jugadores terminaron recibiendo un sobrepago de 50.000 dólares cada uno".

Rodríguez también aseguró que "parte del contrato de Carlos Bilardo con el Deportivo Cali fue pagado –de manera anticipada- por el Cartel y que años después le ofrecieron a Diego Maradona unos tres millones de dólares para que jugara durante seis meses en el América de Cali, cuando el club ya era propiedad de los Rodríguez Orejuela". A pesar de que la operación no se concretó, Maradona y Miguel se encontraron varias veces y hasta se hicieron mutuos regalos.

Dos meses antes, la Argentina había superado a Perú por 4 a 1, en un partido amistoso. La jerarquía de equipo albiceleste, más allá del buen nivel de los delanteros peruanos, era demasiado cuando el funcionamiento colectivo de los dirigidos por César Luis Menotti lograba plasmarse en el campo de juego.

"Había que sacar a Brasil a del Mundial. Ellos habían derrotaron a Polonia y estaban consiguiendo la clasificación a la segunda fase", revela Fernando Rodríguez en su segundo libro.-

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